La última ley en el libro Las 48 leyes del poder de Robert Green, es la de ser como el agua, sin forma. Explica que las leyes son una guía para conocer el mundo que nos rodea y me parece que es más necesaria hoy día que tenemos menos oportunidades de interactuar presencialmente con los demás habitantes del planeta. Es esa convivencia la que nos hace desarrollarnos y aprender sobre la naturaleza humana. Pero la virtualidad solo nos muestra pedazos cada vez más pulidos y artificiales de quienes nos rodean.
Por eso, luego de aprender las leyes, lo importante es adoptar una actitud de observación ante la vida, ante lo que ocurre y ante los humanos con los que interactuemos. Acomodarnos a lo que suceda, en aceptación y presencia. Reconocer que estar en este momento, en esta época y en este cuerpo es preciado. Reconocer que podemos adaptarnos y acostumbrarnos a tantas cosas que desconocemos. Fluir sin conciencia NO. Fluir en propósito y reconocimiento de nuestra extrañeza y particularidad.