Planificar para momentos difíciles es un reto para mí. ¿Quizás para ti lo sea también? Por lo regular no deseamos dolor. Buscamos placer para, supuestamente, no sufrir. Pero el placer contiene la semilla del sufrimiento que evitamos cuando distinguimos lo que nos gusta de lo que no. Es a través de la aceptación de todo lo que ocurre, hasta los momentos críticos, que vamos comprendiendo la vida. Quedarnos sólo en lo fácil nos muestra un lado nada más y es un lado que no nos fortalece. En la zona de comodidad nos quedamos en una nube. Y sí, me gustan las nubes, pero ¿qué voy a hacer en una?
Es la voz de la resistencia y dice Pressfield en su famoso libro The War of Art que si la echáramos a un lado y nos dedicáramos a hacer lo que nuestro fuero interno nos dicta se acabarían los problemas del mundo.
¿Qué te dice tu corazón? ¿Qué prefieres? ¿Cuánto te ha apoyado seguir lo fácil o lo difícil? ¿Has dejado de sufrir por estar en una zona “fácil”? Escúchate. Quizás tu voz te indique un camino que no sea tan fácil…