Llevo meses con un dolor apoteósico en mi hombro izquierdo. He recibido distintos tipos de tratamiento, desde masajes hasta medicamentos y todavía no se me quita. Mejora a veces, pero regresa.
Ayer, en un libro sobre budismo, encontré un tratamiento diferente: dedicar ese dolor a apaciguar mi karma negativo y orar para que nadie tenga que pasar por un dolor similar. Pude hacerlo en el momento que lo aprendí, pero hoy me duele más el hombro. Quizás mi carga kármica es más pesada de lo que pensaba. Ya hice citas para nuevos tratamientos a ver cómo me alivio.
¿Cuántas veces haces algo para aliviarte sin resultados? ¿Cuántas veces te rindes? ¿Cuánto sufrimiento te inventas? El dolor ocurre como señal de que algo sucede, pero el sufrimiento es opcional. El dolor te informa, el sufrimiento te engaña. Puede ser que el dolor aminore o se quede; pero el sufrimiento puede ser eliminado de raíz. Ambos requieren tratamiento y paciencia. Ambos pueden ser utilizados para transformar.
Ya veré cuánta carga negativa podré eliminar…