Sufrir de comparacionitis es evaluar constantemente mis habilidades en relación a las de otros y encontrarme inferior. Consistentemente alguien es mejor que yo en una disciplina que a mí me gustaría dominar o en algo en lo que soy buena. “El otro” siempre es mejor.
Estos pensamientos son tan prevalentes que me costó mucho verlos y atenderlos. Comprender que cada persona está en lo suyo y es diferente (a pesar de que todos estamos unidos de alguna manera) ha sido una de mis grandes lecciones. Siempre habrá alguien más inteligente, más joven, más “cualquier otra cosa” que yo.
¿Dónde te comparas y con quién? ¿Qué tiene esa persona que te gustaría tener? ¿Qué estás haciendo para obtenerlo? Puedes hacerte estas preguntas para descubrir más de ti y de lo que deseas cambiar. La comparación tiene el propósito de abrirte los ojos a posibilidades y alternativas. Al final, cuando sueltes la comparación, te ayudará a escoger cómo deseas ser.