Mientras miraba los cosméticos en una tienda (Marshall’s), comencé a hablar con una señora que hacía lo mismo a mi lado. Había un bebé gritando sin consuelo en algún lugar cercano. Le comenté a la señora “Qué bueno que mis hijos son adultos”. Ella contestó “Qué bueno que yo no tuve”.
Una conversación con una extraña. Duración 10 minutos. Quizás mucho. Pero en tan corto tiempo nos enteramos de algunas de nuestras historias. Nos entendimos por esos minutos. Nos reímos.
¿Por qué comunicarme tan fácilmente con una extraña? Porque no la volveré a ver, quizás. Porque no hay una ansiedad de mi parte porque me entienda. Sin embargo, conectamos.
Mi aspiración hoy: conectar con todas las personas con las que me relacione. Cercanas o extrañas. Deja ver si en efecto es más fácil con extraños.