Gracias al internet tenemos acceso a mucha educación en línea con costo o gratis. ¡Ese acceso no lo teníamos antes! Pero es como todo en este mundo dual, tiene beneficios y problemas. Y el problema mayor es la distracción.
Durante la pandemia me dediqué a trabajar remoto y a estudiar en línea (además de retomar mis caminatas diarias). Mi dedicación a la computadora fue casi total. Durante el día con la del trabajo y en la noche con la personal. Aunque fue un período de gestación, no dediqué tanto tiempo a crear porque estaba en la distracción del “tengo que aprender y acumular”. Cuando comencé a crear, me sentí culpable porque no estudiaba. Hasta que comprendí que todo puede ser una distracción que te aparta de vivir.
Nuestra mente siempre está en lo próximo, en lo que viene. “Cuando tenga esta certificación o este trabajo o esta relación voy a ser feliz.” Eso nos aleja del proceso de creación consciente y creamos desde el inconsciente. Creamos sin saber, sin considerar lo que hacemos. Nos distraemos, sin regresar al ahora. Sí, es positivo visualizar y visitar el futuro que deseamos alcanzar, pero hay que regresar al presente para practicar y crearlo. Aprender todo lo que podamos en este mundo es uno de los propósitos fundamentales de vivir, pero también somos responsables de convertir ese aprendizaje en algo tangible para nuestro beneficio y el de los demás. Ver nuestro futuro – reconocer las distracciones – y crear en el presente, para el mundo. ¿De qué vale visualizar sin vivir?
Marinés Rivera 