Uno de los libros que actualmente leo es de cuentos de Murakami. Me pregunto de dónde saca tantas historias, todas parecidas y distintas a la vez. Yo que escribo en este reto diario, a veces no se me ocurre nada qué decir. Pienso que es porque en el fondo llevo una vida aburrida, aunque diga que nunca me aburro.
Siempre tengo algo que pensar o hacer. Trabajo, comida, lecturas. Hasta mi televisor, que está lleno de tanto entretenimiento y distracción. Y ni mencionar el celular. Distracción, todo es distracción. Mi vida es aburrida quizás, porque solo hay distracción en ella.
Escribir día a día, algo, por poco que sea, me separa de esos distractores tan ubicuos y me vuelco en la presencia de mi vida. Cumplo mi visión para este año, porque al escribir practico estar presente. Al escribir exploro la vida, en parte, y la entiendo de una manera diferente. Esto me beneficia, pero la parte difícil es beneficiar a los demás con mis palabras. De esa parte me entero cuando alguien me agradece por escribir algo.
Este año mi visión se realiza lentamente. Compruebo que ha sido mejor que repetir las viejas resoluciones de todos los años anteriores. Brindo por mí.