¡Ya descanso en paz!

por Carmencita Velasco Román (Facebook: Carmen Velasco-Román, autora del libro Soltando equipaje… entre velas, fotos, libros y vino tinto ).

(Recluté a mis amig@s para que sean autores invitados en mi blog. Dijeron sí. En los próximos meses estaré publicando sus escritos – además de los míos. Espero los disfruten. -Marinés-)

Tranquilas, ni me he muerto ni esto es una carta de despedida. Lo que ocurre es que me mandaron a descansar por 2 semanas. Eso ocurrió después que exploté. Sí, por dentro y por fuera.

Muchas veces esperamos a que ya “sea tarde” para tomar acción o decisiones importantes. Me he visto entrampada muchas veces, en esa bola de nieve, dándole tiempo a la situación a ver si cambia o dando largas hasta tener el valor de tomar la decisión y actuar. En el peor de los casos lo hacemos cuando no hay remedio, el daño está hecho o se nos hizo tarde. Es entonces cuando el espejo siempre me ayuda y me dice: “Nena aplica lo que predicas”. (Advertencia: tener un espejo que hable te puede empujar a hacer cosas peligrosas).

Tomar ese descanso me ayudó a darme cuenta de que estaba “durmiendo con el enemigo”. Sí, el título de aquella película en la que el marido casi la mata. En este caso, el enemigo también casi me mata cuando mi trabajo se convirtió en eso que poco a poco me fue marchitando y que “besaba cada día sin sentirme amada”. La analogía con la relación de pareja me ayudó a verme en esa trampa. El “descanso” me sirvió para reconocer que YO SOY responsable de ponerle punto final…y así lo hice para seguir descansando…y tener PAZ.  ¿Qué va a pasar con mi vida? No lo sé. No necesitar saber, es una de las prácticas que más paz genera en mi vida: algunos la llaman FE.

Ya casi se cumple un mes desde que comencé a descansar y hoy, por fin realicé mi primera actividad en esta etapa de disque retirada. La pobre caja llevaba casi tres meses en mi baño esperando a que ensamblara el tablillero que compré para poner detrás del inodoro. Fue una experiencia religiosa: leí las instrucciones antes de montarlo (la prisa me soltó), fui poco a poco y metódicamente atornillando con el destornillador de estrías (sí, sabía dónde estaba así que no usé el cuchillo de comer), poco a poco fui reforzando lo enroscado y voilà [vualá], quedó montado el tablillero. ¡Me acabo de dar cuenta que puedo tener un librero sobre el trono!

Descansar es tan importante para el cuerpo, la mente y el alma que muchos tienen que esperar a expirar para que los demás comiencen a verbalizarlo: “bendito, que descanse en paz”. Muchos medicamentos dan sueño y no es porque los fabricantes se equivocaron, es porque lo que está prescrito es descansar. El descanso y la paz están al alcance de esa decisión que te libere de las cadenas de cualquier opresor y eso te incluye.

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