El temer a la página en blanco es una excusa, lo sé, pero en este momento me provoca malestar en el cuerpo. El estómago tenso, el corazón acelerado y hasta las rodillas resentidas. Los hombros, brazos y manos me duelen. Quizás es que el cuerpo siente los años – ni que fueran tantos. Sentir mi cuerpo me retiene en el momento presente. Me llama a hacerle caso, a observarlo. Siento unas partes friolentas y otras acaloradas.
Ahora sin luz en casa, utilizo más el cuerpo. Escucho pájaros cercanos y lejanos. Mi vista se agudiza ante el claroscuro. El olor de la lluvia me perturba desde anoche. Observo el entorno.
Los procesos cotidianos los realizamos todo el tiempo, por salir del paso o como un pensamiento breve. Pero vistos desde la atención pueden llevarnos a fortalecer nuestras habilidades o nuestro espíritu. Nos ayudan a comprender que si podemos con esos procesos, podremos con otros. Desde lo pequeño hasta lo grande.