Viernes de pasión. Llevamos siglos sufriendo la muerte de Cristo en este día, conmemorando su entrega y partida. Exactamente lo que hacemos con nuestro pasado y ansiedades. Los pensamos una y otra vez para quedarnos en un estado de dolor o angustia. Para quejarnos. Para no cambiar ni transformarnos, porque al fin, qué más da, nada cambia.
Sin embargo, es viernes de pasión, día ideal para hacer, actuar o – como les gusta decir ahora – accionar. Es una ironía que tengamos que hacer algo para salir de la acción de quejarnos… pero para seguir con la queja, la palabra pasión es polisémica! Significa “acción de padecer”, “perturbación” y “lo contrario a la acción”, “estado pasivo”. Definitivamente el día perfecto para sufrir, padecer y no hacer nada. Así estuve. Ni que hubiera sabido que el día sería polisémico…