A Víctor, uno de los mejores creativos en mi vida.
¿Alguna vez has sentido que ya no puedes escribir más, jugar más, crear más? Mucho se habla del consabido “writer’s block”, ¿pero lo has sufrido en carne propia? Hice una pequeña investigación y descubrí que a través de la historia mucho escritores y creativos han sufrido de algún tipo de bloqueo que no les permite continuar creando. Sicólogos y siquiatras han estudiado lo que algunos consideran como un fenómeno que impide la creación literaria o de cualquier otro tipo. Sin embargo, otros autores como Seth Godin alegan que no existe este tipo de bloqueo, pero que esa mentalidad puede ser sobrepasada con el hacer, con el llegar o con mostrarte al mundo.
Pienso que ese bloqueo artístico es realmente la voz criticona y egocentrista que compartimos todos los que estamos en esta dimensión. Le llamo el “critic’s talk”.
Muchas veces utilizo la excusa de que no tengo tiempo para escribir. Otras, que el resto de las actividades que realizo son más importantes que sentarme; o que es más importante ayudar a alguien que apoyarme a mí. A veces se lo achaco al bloqueo que siento cuando me coloco en mi silla y miro la pantalla de la computadora: otra vez aquí con dolor de espalda bli, bli, bla, bla.
Quizás tú tienes una mejor excusa para no hacer algo que llevas tiempo deseando. Pospones porque puedes. Y sigues posponiendo. He estado ahí y hay una manera de dejar de postergar que me parece efectiva aunque suene sencilla. Se basa en hacer. Por alguna razón casi mágica, cuando me siento a escribir, la voz criticona que cargo se tranquiliza y la oigo lejana.
Lo importante es reconocer la voz e interrumpirla con alguna actividad creativa que vaya dirigida a acercarte a lo que deseas crear. ¿Quieres hacer videos y no sabes de qué hablar? Empieza a grabar y deja que se apague la crítica. ¿Deseas hacer un podcast y no tienes el tema? Comienza a hablar y deja que la crítica se aleje. ¿Deseas tener una conversación difícil y no te atreves? Respira y habla suavemente hasta que encuentres la cadencia necesaria para decir lo que deseas comunicar.
Busca una actividad que te funcione y realízala. Mientras más practiques, más se reducirá ese “critic’s talk”, ese monólogo de crítica, y aprenderás a convivir con esa voz que ya no bloqueará el deseo de crear que llevas dentro.