En 1986 me gradué de cuarto año del Colegio Nuestra Señora del Carmen en Hatillo. Creía que no había pasado el tiempo, pues en mi mente no veo arrugas ni deterioro, solo me veo sin edad. Pero ayer me topé con el anuario de la clase y comprendí que el tiempo pasa y no es en vano.
Por aquellos tiempos la inocencia y la inmadurez prevalecían. Y lo mismo siento de mis recuerdos de adolescente, que eran inmaduros. Pero a la vez son como la imagen que tengo de mí, inamovibles. Quizás sea porque para el ego nada cambia y la realidad del mundo que vivimos es que TODO cambia y lo que está vivo muere. Sin embargo, en el anuario aparento tener esa imagen lozana y gentil que veo de mí cuando me imagino. Me veo igual a como me veo en mi mente en los últimos 30 años. En mi mente fantasiosa.
Reconocerme en fotos de anuario es traumático, porque no recuerdo cómo llegué a la estampa que está en la foto. Yo era considerada una nerd en la escuela y me decían estofona. Eso me separó del grupo, pues yo no era de las famosas y populares de la clase. Pero al ver las fotos en estos días descubrí que fui una más. Me veía feliz y simple. Pasándola bien entre amigos. Quizás la distancia de esos once mil días me hace pensar que todo fue hermoso. Quizás es la madurez y el desapego lo que me hacen ver que viví lo que viví y fue como fue y no pudo ser de otra manera. Ya pasó.
Muchas veces vuelvo a mi pasado y pienso en lo que debí haber dicho, haber hecho o haber callado. Es una película independiente y oscura que no rinde frutos: deseo que cambie a como la estoy corrigiendo, pero se queda igual. Ah y encima nadie la ve, ¡solo yo! ¿Cuántas veces me ha pasado que pienso que las circunstancias son fijas, como mi imagen, para luego ver un anuario que me muestra mi pasado y me hace comprender que todo cambia? Me siento sacudida, porque ese anuario de la Clase Ariston de 1986, me permitió comprender que he cambiado, que soy otra María Inés. Miento si digo que siempre he sido la misma. Y añado: tú también mientes si crees que eres igual, que siempre has sido “así” y que no vas a cambiar.
Marinés Rivera 
Es difícil vivir en el presente, cuando esos anuarios aparecen de la nada.
Y peor cuando miro al potencial que tenía en esas páginas y me encuentro en la vida presente. Pero doy gracias, porque sobreviví hasta el momento y estoy determinada a disfrutar mi presente y recibir con dignidad my futuro.
LikeLike
Quizás no es tan difícil como parece…
LikeLike
As always, thank you for the memories and the laughs. They called you nerd and those same people used to call me “Maria Chiquita” because they said I was the smaller version of you. Does that make me a little nerd? Ha! With every experience we evolve so yes, after 30 years of those memories, we have changed. I do believe however that we have some traits that stay with us. I have always been an introvert, yes me, Marinés. That has made me have a limited amount of close friends, the best friends ever. That also has made me close to my siblings. In these small circles I am accepted the way I am and the introvert becomes an extrovert. Cristina, I agree with Mari, living in the present is not as hard as it seems, with practice you will see. There is nothing we can do now about the past, except for using good quality face creams 😉 So why torture ourselves with “how it could’ve been”?
The present, this very moment, we can choose to pause before we react, give a hug to a love one just because, be kind to a stranger, tell our children how much we love them, be good listeners, and so much more. It is a work in progress but it keeps you from dwelling about the past.
I love you sisters, to the Moon and back
LikeLike
I am an introvert too. Maybe ambivert lately.
Thank you for the laughs and for writing well. Both you and Cristina are my sisters in that too!
Love you to the Sun and back…
LikeLike