Descanso:
Pausa. En las relaciones muchas veces necesitamos un descanso de los demás para poder recargar nuestras baterías y regresar a socializar. Esto es necesario para todas las personas, pero especialmente para quienes son introvertidos. El descanso te une, te apoya a tener paciencia y promueve el autoconocimiento. Recuerda, el descanso es tu amigo.
Distracción:
Desviación. Pensar en musarañas mientras conversamos es posible, pero no nos lleva a tener conexión en nuestras relaciones. No dedicarle tiempo a nuestras parejas porque hay otras cosas más interesantes, tampoco es conducente a una relación de descubrimiento y cariño – aunque quizás eso haga que la parte que se sienta desatendida busque otros lares donde transformarse. Recuerda, la distracción es un obstáculo para la cercanía y la conexión.
¿Cuál de estas acciones estás utilizando en tus relaciones? ¿Reconoces la diferencia entre ellas? ¿Qué resultados estás teniendo?
Repite conmigo: descanso y distracción se parecen, pero no son lo mismo.