Lo que me molesta del otro tiene su inicio en mí. Lo que me molesta del otro tiene que ver conmigo. Lo que me molesta del otro me lleva a conocerme.
¡Yo manejo esas molestias callándome! Reflexionando. A la espera del mejor momento para hablar. Durante ese período de silencio me cuesta acallar la mente. Pero poco a poco, el proceso me va mostrando partes desconocidas de mi interior y surgen esas emociones perturbadoras que creía saciadas. Surgen para poderlas reconocer y dejar de enterrarlas.
Gracias a esas molestias tengo más información de mí y puedo escoger una realidad diferente. Gracias a esas molestias tengo la oportunidad de apartar mi ego y descubrir mi Yo superior.
Mi invitación para hoy: observa hoy las molestias que te “ocasionan” los otros y utilízalas a tu favor.