Mi pasado determina cómo me voy a relacionar con los demás. Pienso que el otro es el culpable o el responsable de lo que me ocurre a base de mis experiencias pasadas. Juzgo a la persona por lo que viví anteriormente. Olvido que puedo controlar mi reacción, lo que hago con la información que tengo, mis percepciones. Olvido aceptar mi presente.
De esa manera “amo” a alguien con lo que contiene mi mente, con mis creencias limitantes, con mis experiencias pasadas. No amo a la persona desde mi presente, no me relaciono libre de mi pasado. La contestación a mi pregunta es que ese amar quizás no es Amor…
Mi invitación para hoy: amar desde el presente, reconocer el momento y reconocer desde dónde te relacionas con el otro. Y si en efecto Amas.